La casa Antonio Serratosa se emplaza en un sector de Ciudad Vieja de difusa configuración espacial, dónde en una heterogénea realidad edilicia, coexisten distintas arquitecturas. Algunas de estas se encuentran en continuado proceso de degradación mientras que otras han operado, a impulso del fuerte desarrollo que está experimentando Ciudad Vieja, con cierta capacidad revitalizadora. En este contexto, nuestro proyecto pretende sumarse a estas últimas aportando así a la consolidación, definición y carácter de su entorno.
Programáticamente, se propone destinar la planta baja a uso comercial mientras que la planta noble y los dos niveles anexos a oficinas.
Se propone la incorporación de dos plantas sobre el nivel de la actual azotea.
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La intervención pretende convivir con el edificio histórico sin interferir en su valor formal y unitario, a la vez que no renuncia a definir claramente sus contextos temporales.
En ese sentido la propuesta comprende dos niveles de lectura. En una primera instancia se sugiere la reconstrucción de la mansarda mediante la adición de un volumen determinado por la altura y geometría de las torretas preexistentes. Este volumen, de apariencia corpórea, continuo, con poca vibración, carece de articulaciones formales que producirían ruido visual en la percepción del conjunto, llevando así a la preexistencia a un primer plano.
La materialización del volumen homogéneo es mediante un tejido continuo de acero inoxidable, el cual, por su color y textura refiere a las superficies de pizarra del edificio a la vez que expresa el carácter contemporáneo de la intervención.